jueves, 17 de octubre de 2013

INFLUENCIA DE LA LUNA SOBRE LOS SERES HUMANOS


Influencia de la luna sobre los seres humanos.

 

Desde la cultura griega, pasando por la Edad Media, hasta la actualidad, las noches de luna llena siempre han sido vinculadas a extraños acontecimientos nocturnos. Hoy, mientras muchos científicos intentan desterrar este mito, otros tantos mantienen sus sospechas en torno al tema y las sustentan con las más variadas teorías. Intentemos sacar nuestras propias conclusiones a partir de las diferentes posturas.

Para poder llegar a elaborar nuestras propias conclusiones, debemos comenzar preguntándonos cuándo nace esta inquietante asociación. Te sorprenderá saber que algunos psiquiatras sostienen que cuando esta sospecha comenzó fue real.

Si pensamos en las culturas arcaicas y en las medievales, recordaremos que muchas personas aún vivían a la intemperie y que la luz nocturna era provista por la luna únicamente. Evidentemente, el incremento de luz en las noches de luna llena generaba una diferencia lumínica importante (la cual en la actualidad es casi imperceptible).

En aquel momento, dicho incremento de luz repentino sería suficiente para privar del sueño a muchas personas; particularmente a aquellas que padecían alteraciones mentales. Hoy sabemos que los trastornos del sueño despiertan conductas bizarras en personas con ciertos trastornos mentales, como es el caso de los maníacos depresivos. Esto explicaría, según algunos psiquiatras, porqué se le atribuyó a la luna sus poderes sobrenaturales inicialmente.

 
Científicos: supersticiosos vs. escépticos 
Las explicaciones en torno al fenómeno de la luna llena datan de la cultura griega. Fue Aristóteles quien propuso inicialmente que dichas influencias se debían al alto tenor acuoso del cerebro en relación al resto del cuerpo.

Hoy, dos mil trescientos años después, son los profesionales de la salud mental quienes están más inclinados a sostener esta sospecha. Muchos siguen la línea de pensamiento aristotélica, proponiendo que la luna sería capaz de distorsionar la alineación de las moléculas de agua de nuestro sistema nervioso, debido al gran porcentaje de agua que contiene nuestro cuerpo.

Desacreditando este supuesto, numerosos científicos anteponen algunas cuestiones básicas para echarlo por tierra:

- Cuando el efecto gravitacional es más fuerte es cuando la luna está en fase nueva y es invisible para nosotros.

- Estudios científicos sostienen que la fuerza gravitacional de la luna sólo puede influenciar el agua de las superficies; y no aguas subterráneas, o en nuestro caso, subcutáneas.

- En tercer lugar, los efectos gravitacionales de la luna son mínimos como para alcanzar cambios en la actividad cerebral.

 
Dejando estas teorías vanguardistas a un lado, hablaremos de las teorías desarrolladas a partir del hecho concreto que cuando se alteran los ciclos lumínicos, se alteran los ciclos de sueño y por ende ciertos niveles hormonales que alterarían nuestra conducta.

 Las teorías abordadas en el artículo anterior se basaban en la influencia de la luna sobre el agua. En este artículo estudiaremos el tema desde una perspectiva diferente para intentar llegar a nuestras propias conclusiones en cuanto a la veracidad de los mitos que encierran las noches de luna llena.

A continuación puntualizaremos algunos datos reales –de carácter científico- que demostrarían la influencia de la luna sobre el comportamiento humano.

 

Luna iónica

Estudios relacionados a los efectos de la ionización de la atmósfera sobre la conducta humana, confirman que cuando hay mayor cantidad de iones positivos en el aire el cuerpo produce una cantidad inusual de serotonina (encargada de regular los ciclos de sueño), la cual provoca la producción de adrenalina.

En consecuencia, la glándula que segrega adrenalina se “agota” y esto deviene en todo tipo de trastornos corporales, emocionales y relacionados al comportamiento, los cuales pueden oscilar entre la depresión y la hiperactividad.

Volviendo al tema, no es casualidad que durante la luna llena haya una mayor cantidad de iones positives en la atmosfera.

Otros trastornos hormonales relacionados al poder de la luna

La glándula pineal es la encargada de convertir la serotonina en melatonia, en función de la cantidad de luz recibida durante el día. La melatonina, cuya función es propiciar el sueño a través de sus cualidades relajantes, sólo comienza a liberarse y hacer su efecto con la oscuridad.

Si consideramos la diferencia lumínica natural que se presenta cíclicamente al pasar de la luna nueva a la luna llena, entonces los trastornos hormonales mencionados anteriormente pueden estar relacionados a este incremento.

Conclusiones

Los ciclos de sueño de los humanos son regulados por la luz que percibimos. De hecho, el insomnio es una enfermedad común que se manifiesta cuando alteramos nuestra rutina y se alternan dichos ciclos. Antaño, los ciclos de sueño de los humanos estaban mucho mas asociados a los ciclos de luz de la naturaleza y por ende es razonable pensar que la intensa luz de la luna llena pudiera afectar a las personas con predisposición al insomnio.

Sumando a esto, aunque hoy en día la luz de la luna es imperceptible comparada con el alumbrado público, la noche siempre ha significado un momento que encierra cierto misterio y durante el cual los humanos se aventuran a realizar los actos más repudiados por la sociedad. El individuo se siente liberado de los juicios de la sociedad cuando la misma se encuentra en sus hogares y cuando el miedo al castigo desaparece, las conductas inhumanas pueden alcanzar límites inusitados.

Pienso que entre las dos realidades temporales mencionadas, separadas tan sólo por el desarrollo de la luz artificial, y unidas por el misticismo que aún hoy la noche nos ofrece, oscila la cantidad de mito y de realidad que hay en las noches de luna llena.

 

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